martes, 1 de mayo de 2012

Soltando piernas después de los días de agua

Écija - Puente Hierro - Merendero - Vía verde: Antigua Estación de Navalagrulla, Vértice geodésico de Vadillo, Las Pinedas,  Barrio de la Estación (Guadalcázar), Las Pinedas, Antigua Estación de Navalagrulla - Merendero - Puente Hierro - Écija

Train by Undrop on Grooveshark

Hoy la gente tenía ganas de bicicleta, después de unos días de viento y agua. Tanto es así que nada más salir del merendero un grupo encabezado por Diego y éste que escribe tomaron la delantera y no se le vio el pelo hasta Fuencubierta, donde pararon a revisar el tramo de vía que queda, qué lástima. Y eso que uno de los integrantes decía que era nuevo, pues no anda mal, vamos. Será cosa de las 29 pulgadas que calza.

A la altura de Fuencubierta









Una vez reagrupados, vamos buscando Las Pinedas y el Barrio de la Estación, de Guadalcázar, con un Paco Blázquez pletórico en pleno uso de sus condiciones físicas... hasta que dejó de estarlo, pero eso ya es otra historia. Arengado por Riky, Salvi e Isra, se marcó una buena "subida".

El grupo en Guadalcázar
Fernando Yélamo y Diego se volvieron en Las Pinedas por diversos compromisos familiares, y el resto paramos a presumir de plátano en Guadalcázar. Una vez alardeado, nos damos media vuelta y el sector derecho de la foto puso pies en polvorosa (como se nota que Manolo se está preparando para Ronda), acompañados de un solidario Paco Blázquez que se paró a esperarnos, como buenos amigos, aunque nosotros poco más adelante quisimos hacer una escapada para comprobar si había naranjas a la altura de la vía del AVE, para que a nuestros compañeros José Manuel y Paquito, que se quedaron atrás no les faltara de nada.


Agrupados los 8 que iban en cola, una vez pasado el cruce de la carretera hacia la Venta Julián, uno con una chaqueta del Astaná empezó a hacer de liebre por el carril de la derecha pese a los baches y los charcos continuos. Se descolgaba y daba un arreón, para ver si calentaba a algún galgo y hacía más entretenida la vuelta.

Tras un descansito y un reagrupamiento antes de llegar a las cañas del cruce con el camino de las Alberquillas, el amigo Javi Becerra hizo un amago de escapada al que rápidamente respondí, aunque me siguieron Salvi, que no sabemos cómo lo hace pero siempre va fresco, y Riky. En esas estábamos los tres cuando, llegando a la altura de la Cuesta de los Palos, dice Riky: "Bueno, ya está, que no puedo más". La respuesta que obtuvo de Salvi, que iba el primero del grupo, fue otro arreón al que sólo respondí yo. Si es que no hay nada como llevar amigos en el grupo.
- Isra: Si es que somos como niños.
- Salvi: Pero sin el "como".
Finalmente Salvi y yo hicimos un pacto entre caballeros y decidimos dejar el asunto en un empate técnico antes de llegar al merendero, para sangría de Riky, que iba alejado algunos metros con la lengua fuera esperando a ver si al menos uno de nosotros dos reventaba.

Ya en el puente Hierro quise calentar a alguno con subir al cerro de San Cristóbal, y Juan El Lavadora y Miguel Ángel han demostrado ser los más valientes, pero yo mismo no he querido tampoco dar tarea a los de la UVI móvil en el Día Internacional del Trabajo, así que para casita, que ya vendrán más días de bicicleta.




El ferrocarril se inauguró en Écija el 19 de septiembre de 1879, con un primer ramal o tramo: la línea que unía Écija con Marchena. Dicha línea de ferrocarril, posteriormente ampliada hasta unir Écija con Sevilla y Córdoba, permaneció abierta hasta la década de los sesenta, en que los modernos medios de comunicación, en relación con las nuevas vías que unían Écija con las capitales sevillana y cordobesa, originaron su desmantelamiento, alegándose por los responsables de ello que no era rentable mantener dicha línea de ferrocarril. Las fotografías que nos dejó el ecijano Juan N. Díaz Custodio testimonian tan importante acontecimiento.



El Camino Natural de La Campiña Sevillana discurre sobre el antiguo trazado ferroviario de Marchena a Valchillón en su trayecto dentro del término municipal de Écija.

La línea Marchena-Valchillón, cuyas obras fueron finalizadas por la Compañía de Ferrocarriles Andaluces en octubre de 1885, contaba con un recorrido de 91,386 kilómetros y se planteó inicialmente de Marchena para llegar a Montilla y allí entroncarse con el ferrocarril de Córdoba a Málaga. Posteriormente su trazado inicial fue modificado al realizarse una variante al tramo Écija-Montilla que quedó sustituido por el de Écija-Valchillón, punto este último donde entronca con el ferrocarril cerca de la capital cordobesa. Con esta línea, la Compañía de Ferrocarriles Andaluces presentaba un recorrido alternativo a la línea Córdoba-Sevilla que controlaba la Compañía de Ferrocarriles M.Z.A. Posteriormente, como consecuencia del alto déficit que presentaba su explotación, RENFE desmanteló esta línea en 1971.

Los terrenos que ocupa la citada línea en el término municipal de Écija y sobre los que asienta este camino natural, fueron comprados a RENFE por su ayuntamiento en el año 1986.


El tren en ÉcijaLa llegada y la ida del tren siempre fue un acontecimiento en Écija. Éste llego por primera vez a la ciudad el 19 de septiembre de 1873 y estuvo en activo un siglo. En él se fueron, más de los que llegaron, ecijanos que buscaban el sustento en otros lugares. Hasta no hace muchos años, aún se podía pasear por la estación de tren –hoy reconvertida en comisaría de la Policía Local y Nacional y hace aún menos, algunos raíles continuaban en su sitio de antaño en el camino del Barrero. Hoy, lo que fue el trazado de la vía, se ha reconvertido en una “vía verde”. 
Recuerdos de una enorme máquina, que al pasar por el camino en el que hoy está la Ronda de Circunvalación, hacía su parada en lo que hoy es el edificio de la Policía Local, y al salir, rompía el silencio de un pueblo escaso en vehículos a motor, con un fuerte pitido.

Continuaba su camino por el camino de la Argamasilla, y según cuentan los mayores,(yo no lo ví porque nunca viajé en él), en la zona donde el camino se hacía cuesta arriba, los pasajeros se veían obligados a bajar para que de éste modo pudiese remontar el "pecho" que hacía el terreno, y caminando junto al tren, una vez arriba,volvían a subir para continuar su viaje.

Como andaluces que somos, exageraban sus historias, diciendo que algunos aparovechaban para hacer sus necesidades mientras que los más espabilados, se afanaban en saquear los frutos que emergían de un melonar que había por allá.


Desde el año 1851 en que la empresa del "Ferrocarril Andaluz", como se la denominaba por aquel entonces, solicitara el concurso para que la línea de ferrocarril que llegaba desde Madrid hasta Cádiz, pasase por Écija, y que por fin el 19 de Septiembre de 1879 llegó a oírse  el silbido de la locomotora a las puertas de nuestra ciudad pasaron muchas vicisitudes.
 
Fuente: http://sites.google.com/site/ecijaciudaddelsol/paginaprincipal/tren-en-ecija

Vértice geodésico de Vadillo

Situación: Situado en la terraza del mirador del Molino del Vadillo, rodeado de olivos y en terreno perteneciente al cortijo de 'Estepa'.

Altitud sobre el nivel medio del mar: (base pilar) 196,40 m.
Descripción física:
Fecha de construcción:
01/12/1973
Centrado forzado: No
Número de cuerpos: 1
Altura pilar: 1,20 m.
Diámetro pilar: 0,20 m.
Altura último cuerpo: 0,10 m.
Ancho último cuerpo: 0,80 m.
Altura total de los cuerpos: 0,10 m.
Horizonte GPS: Despejado

Fuente: http://www.turivia.com/v/Sevilla/%C3%89cija/V%C3%A9rtice+geod%C3%A9sico+de+Vadillo/314354/index



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