domingo, 3 de junio de 2012

Preparando la ruta del calor II

Écija - Camino de la Campiña - Vía verde - Villanueva del rey - Camino de servicio (A-4) - La Luisiana - Venta El Palmar - Camino de Fuentes - Cañada Real de Frijillas - Molino Castril - Cerro Gordo de la Palma - Cortijo del Pino - Molino de Barcarrota - Cañada Real de Frijillas - Cortijo El Reinoso - Cortijo Quintana - Casilla de las Cruces - Parque eólico - Cortijo El Mocho - Senda de los Panaderos - SAT Las Luces - Ctra. Osuna - Écija 


Radio Futura by Escuela de calor on Grooveshark


Según el recorrido previsto, hemos pedaleado por lo que va a ser, aproximadamente, la segunda parte del trazado de la Ruta del Calor, a celebrarse el próximo domingo 10 de junio.

Camino de La Luisiana 
Manolo, saluda a cámara

José María y Miguel. Éstos lo mismo corren, que montan en bici, que van a Ronda...

Ricardo y Miguel por el nuevo polígono de La Luisiana




Tomamos el Cordel de la Luisiana hacia la Venta del Palmar, donde giramos por el camino de Fuentes y, en el Alto de la Venta (232 m. de altitud), cogemos la Cañada Real de Frijillas brevemente para subir al Molino de Castril, pasando por el antiguo Cortijo de la Cueva y por el Molino de Rojas. Salimos al cruce con la carretera de Marchena a la altura del antiguo Cortijo de los Laureles y buscamos el Cortijo de la Palma, en el Cerro Gordo de la Palma (264 m. de altitud), pasando previamente por el Cortijo de Buenavista.

Molino de Castril

Molino de Rojas
 ¿Qué estaría mirando Antonio hacia atrás? ¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No, es el amigo Pepe Lozano, que nos pasó como una bala. Cuentan las malas lenguas que subiendo a Cerro Gordo aminoró el paso de manera sospechosa... Pero la razón fue únicamente el Perro Gordo, mezcla de pastor alemán con golem. Menos mal que es un viejo conocido mío y ya le tengo cogido el punto, ¿eh, Paco? Con nosotros ni se inmutó, mientras que por poco no se come a Fede, José María y Antonio, que iban por delante.

En el Molino de Rojas se encontró una estela funeraria del Bronce Final, etapa que se desarrolló, aproximadamente, entre el 1300 y el 800-700 a.C.

El centro de la losa está ocupado por un guerrero cuyo eje aparece algo inclinado con respecto al de la piedra.


En la parte izquierda aparece un peine de ocho púas y un espejo oval de mango recto, elementos habituales en las estelas de este tipo y con un indudable carácter ritual funerario.

A la derecha, entre otros utensilios difíciles de concretar, se distingue claramente un arco con una flecha puesta.

La inclusión del casco astado representa el primer ejemplo de este tipo en las estelas encontradas a lo largo del eje del Guadalquivir.


Tomando algo de alimento en el Cortijo del Pino. Comed rápido y descansamos ahora bajando en la bici, que aquí hace un calor que no veas.

Fede, échanos una foto hoy que voy estrenando maillot corporativo


Buscando la Cañada Real de Frijillas
Retomamos el camino bajando suavemente hasta la Cañada Real de Frijillas de nuevo por las ruinas del Molino de Barcarrota, el otro Cortijo del Pino y el Cortijo de Quintana la Vieja (señores, éste es el último punto habitado, por si nos quedamos sin agua, recordadlo xDDD). Que Antonio venía ya con el bote más que estrujao.

Una vez en la Cañada Real de Frijillas, pasamos por las Huertas de Aguilar, el Cortijo de la Gata, la Granja  de la Pastora, y giramos a la izquierda pasando por la Casa de las Mantillas, el Molino de Jaime (donde más de uno se hubiera tirado de buena gana al pozo) y por fin el Cortijo del Reinoso. 

Llegando al Cortijo del Reinoso
Aprovechando este momento de intimidad, la cámara me susurró al oído que ya estaba un poco agotada (razón por la que no hubo más fotos en el día de hoy...). Vamos, que me traían con la lengua fuera y no tenía fuerzas ni para encenderla.
En el Cortijo del Reinoso giramos a la izquierda y, en una pequeña equivocación mía que luego no resultó para tanto, giramos a la derecha antes de tiempo, cruzando el cauce seco de un arroyo (de aquella vez que nos perdimos Miguel y yo por estas tierras, yo recordaba que había que cruzar el arroyo hacia la derecha... pero era justo el camino siguiente). Pero vamos, estas "pérdidas" siempre vienen bien a los que veníamos algo más rezagados... por aquello de reagrupar y tal xD. Confío en que la memoria de José María y Fede no sea muy buena para los caminos... porque como estos dos nuevos fichajes se aprendan las rutas de memoria... no va a ver quien les vea el pelo. Andan bien los dos.

En cualquier caso, pronto volvimos a girar a la izquierda hacia tierras de Molino Alto, pasando por el Cortijo de Barranquero y llegando al Cortijo de Quintana. ¡¡Bien!! No estamos tan perdidos, jeje. No sé exactamente por donde discurrirá la ruta del calor, pero imagino que por estas zonas más o menos. Yo confiaba en que Diego se uniera hoy a nosotros y prácticamente repitiera la ruta que hizo ayer con los amigos de Ciclismo bajo el sol, y de paso nos guiara un poco, claro, pero no ha sido así finalmente.

Dejamos atrás el repecho del Cortijo de Quintana (menos mal que empezó a correr un poco de aire tras el primer avituallamiento, y se nos ha hecho un poco más llevadero el resto de la ruta), pasamos por el Cortijo de Zapatero (a tus zapatos), el Cortijo y luego la Casa de la Cueva y llegamos al cruce poco antes del Cortijo de los Husillos, donde giramos a la derecha para, cuan Don Quijote, encarar los molinos de viento con las piernas ya un poco castigadas.

Cruzamos pues El Vecinal y subimos a la Casilla de las Cruces: Vamos a hacer una última paraíta para comer algo, anda. La comida ya no entra, el agua se acaba... en fin, un desastre xD.


Recuperamos un poquito a la sombra, que falta nos hacía, y continuamos bajando Palomarejo por el camino de Matallana: Pero a ver, ¿hasta cuesta abajo tenéis que darle a los pedales? Giramos a la derecha siguiendo el curso de los molinos y nos plantamos en la Senda de los Panaderos, cruzando por los olivos del Cerro Quiñones hasta Casa de Meca para enfilar la bajada hacia el hoy seco arroyo del Torrejón (con lo bien que nos hubiera venido remojarnos un poco los pies...), que nos lleva hacia el Cortijo del Mocho. 

Bajamos por tierras del Algarrobo (cuidadito con las piedras) agradeciendo el par de nubes que nos tapó brevemente el solecito y encaramos los dos repechos finales hasta bajar a la carretera de Osuna.

En esto que José María y Fede deciden echar el resto: ¿Qué resto? Nos preguntamos Antonio y yo, que por no llevar, no llevábamos ni agua. De Paco no digo nada, porque no está bonito eso de dar un tirón y dejar a tu cuñao atrás... jejeje.

En fin, que llegamos a la rotonda del N4 y Paco y Antonio (que tenía una piscina que atender, pobrecillo), marchan para casa, mientras que Fede, José María y un servidor decidimos tomarnos un refrigerio a la sombrita de Urbanismo.

Dadle al botón de Guardar, a ver si para el próximo domingo pillamos estas mismas condiciones climáticas, por lo menos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario